Información de la obra y contexto de creación
Mostro d'Ogoglio Martirio di Sancta Regina es la pieza número 7 de Produzioni armoniche de Antonia Bembo. Esta interesante colección es una de las obras más variadas de la producción de Bembo, que contiene un total de 41composiciones (35 cantatas y arias sobre textos italianos, 5 piezas cortas en latín y un aria, la última de la colección, en francés). Una de las tres cantatas espirituales,que forman un pequeño grupo propio, es Mostro d’orgoglio Martirio de Santa Regina(n.7). En las cantatas sagradas, Antonia utiliza el mismo recurso narrativo ya empleado en otros pasajes de Produzioniarmoniche donde el solista asume el rol múltiple de narrador y personaje.
Todas las canciones contenidas están pensadas para la voz de soprano, el registro vocal de Antonia. En el plano armónico, muchas se distinguen por el uso de soluciones alejadas de las secuencias de acordes más habituales de la época. Desde el punto de vista rítmico, la introducción de células es frecuente, aunque siempre determinada por el deseo de adherirse exactamente a los contenidos literales expresados.
Esta larga cantata sagrada en italiano cuenta la historia de Saint Reine (Regina), la hija de un pagano aristocrático en la Borgoña del siglo III que se convirtió al cristianismo y eligió vivir como una pastora pobre mientras meditaba y rezaba. A la edad de 15 años fue vista por Olybius, el tiránico romano de la Galia que inmediatamente la deseó y pretendió casarse con ella. Ella resistió todas sus presiones para renunciar a su fe cristiana y casarse con él. Olybius la encarceló y torturó, y finalmente, fue condenada a muerte por decapitación. Durante su ejecución, los espectadores vieron una paloma blanca flotando sobre ella.
De manera típica italiana, Bembo utiliza repetidamente la pintura de palabras tipo madrigal. Así, por ejemplo, cuando Reine advierte a Olybius que Dios lo condenará a muerte: «Decreto fatale / Di tragica sorte / Con pena inmorttalet'annunzia la norte», la escritura melismática refuerza sus palabras. Cuando, más tarde, ella insiste en que sus «Cappi, lacci, e catena» (grilletes, lazos y cadenas) no la asustarán, las notas descendentes y ascendentes presentan efectivamente una imagen de estos instrumentos de tortura. No es de extrañar que, cuando en la sección final de esta pieza el narrador nos dice que fue llevada al cielo sobre alas de serafines, la palabra «ali» (alas) se subraye mediante un melisma.
Antonia Bembo es una compositora que sigue la estela de Francesca Caccini quien se enmarca en el primer Barroco italiano (S. XVII) y estilísticamente, en la tradición de la seconda pratica. Otras compositoras relevantes de este periodo son Caterina Assandra, Barbara Strozzi (quien fue inspiradora en la técnica conmpositiva de Bembo), Isabella Leonarda, Elisabeth Jacquet de la Guerre y Elisabeth Sophie Cheron. También son muy importantes en este momento las primadonnas: virtuosas del canto e ídolas de masas que también componían sus obras. Destacaron Francesca Cuzzoni, Adreana Baroni y sus hijas Leonora y Catterina.
Anteriormente, se puede rastrear la tradición de la música vocal profana desde la gran Safo en la Antigüedad. Prosiguen esta genealogía de compositoras y músicas las qaynat árabes y las trobairitz que cantan el amor cortés. Ya en el Renacimiento la continúa Maddalena Casulana y, con posterioirdad a Bembo, contonua con las creadoras: Maria Teresa Agnesi Pinottini, Elisabetta de Gambarini, Anna Bon y Maria Rosa Coccia.
La actividad musical de estas compositoras se incrementa con la consolidación de los salones con Marianne von Martínez y Maria Theresia von Paradis en el Clasicismo o Fanny Mendelssohn y Clara Schumann en el Romanticismo. Toda esta tradición y estos referentes sustentan la base sobre la que las compositoras del siglo XX pudieron desarrollar sus carreras musicales con muchos más medios y menos dificultades que sus valientes predecesoras.