Clasificación geográfica

Europa > Francia

Movimientos socio-culturales

Edad Contemporánea > Movimientos musicales desde finales del s. XIX > Música clásica > Postromanticismo

Grupos por ámbito de dedicación

Músicas > Compositoras

Músicas > Cantantes

Músicas > Instrumentistas > Pianistas

Músicas > Letristas

Personaje
Fotografía

Augusta Mary Anne Holmès

(Augusta Holmès)

París 16-12-1847 ‖ París 28-01-1903

Periodo de actividad: Desde 1858 hasta 1902

Clasificación geográfica: Europa > Francia

Movimientos socio-culturales

Edad Contemporánea > Movimientos musicales desde finales del s. XIX > Música clásica > Postromanticismo

Grupos por ámbito de dedicación

Músicas > Compositoras

Músicas > Cantantes

Músicas > Instrumentistas > Pianistas

Músicas > Letristas

Contexto de creación femenina

Consciente de “la indiferencia que saluda las obras de una mujer compositora” (palabras de la propia Augusta), publica sus primeras partituras bajo el seudónimo de Hermann Zenta, antes de abandonar esta práctica para publicarlas bajo su propio nombre, gracias a ser la única beneficiaria de la fortuna de su padre que la estimuló a desarrollar su talento. Lo mismo sucedió con Mélanie Hélène Bonis (1858-1937) que adoptó la forma más andrógina de su primer nombre, Mel, debido a las dificultades que como mujer encontró para componer.

Al igual que Ethel Smyth (1858-1944), compositora contemporánea que admiraba su obra, su producción se centra en las grandes formas (sinfonías dramáticas, poemas sinfónicos, óperas) no propias de las mujeres. La música poderosa y enérgica de Holmès da testimonio de cómo esta mujer se mantuvo firme en un ámbito dominado por los hombres. Por ello, a menudo, sus composiciones eran caracterizadas como "masculinas" y "viriles”. 

Augusta Holmès será la tercera mujer, tras Elisabeth Jacquet de la Guerre (1665-1729), autora de Cephalus y Procris, y Louise Bertin (1805-1877), creadora de Fausto y La Esmeralda, en ser programada en el escenario de la Ópera de París. Y la única mujer, junto a Louise Bertin, en estrenar su ópera en París en el siglo XIX. Precursoras de Holmès en las grandes formas podríamos considerar entre otras a Marianna von Martines (1744-1812), Therese von Paradis (1759-1824) o Ingebort von Bronsart (1840-1913). 

Su impresionante producción musical también incluye piezas para piano solo y más de ciento treinta canciones. Naturalmente dotada, ambiciosa y apasionada por las artes, Holmès construye sus obras desde principio a fin, sin dejar nada al azar, al igual que Wagner, su ídolo.

Podemos relacionar con la obra y personalidad de Holmès, entre otras, a la compositora inglesa Elisabeth Lutyens (1906-1983) que destaca por su valentía y su implicación en la nueva música, además de ser una de las compositoras más prolíficas del siglo XX; a la compositora canadiense Violet Louise Archer (1913-2000) ampliamente reconocida por su dominio de las técnicas musicales tradicionales y contemporáneas, y por su gran y diversa obra; a la prolífica e innovadora compositora francesa Germaine Tailleferre (1892-1983); y a la considerada por muchos como la matriarca y la más importante pionera de la música contemporánea australiana Margaret Sutherland (1897-1984).

Reseña

Compositora y poeta francesa de origen británico e irlandés. No vivió su vida profesional y personalmente, de la manera que la sociedad esperaba. Como única beneficiaria de la fortuna de su padre, publicaba con su propio nombre y era la propietaria oficial de sus obras. Su impresionante producción musical incluye sinfonías dramáticas y poemas sinfónicos, obras corales (algunas aún inéditas), dos óperas y muchas canciones. Su música fue concebida para grandes fuerzas, con inspiraciones extraídas de los mitos clásicos y, al igual que Wagner, escribió casi exclusivamente sus propios textos y libretos para sus obras corales, vocales y operísticas. La música poderosa y enérgica de Holmès da testimonio de cómo esta mujer se mantuvo firme en un ámbito donde los hombres ejercían tanta influencia. 

Justificaciones

  • A pesar de poseer unas extraordinarias dotes para el estudio del piano, debido a su condición de mujer no pudo acceder a la enseñanza en el Conservatorio de París, por lo que desarrolló sus estudios musicales al margen de cualquier institución oficial.
  • Consciente de “la indiferencia que saluda las obras de una mujer compositora” (palabras de la propia Augusta), publica sus primeras partituras bajo el seudónimo de Hermann Zenta, antes de abandonar esta práctica para publicarlas bajo su propio nombre.
  • Su afinidad con la corriente wagneriana la llevará a escribir para grandes masas orquestales y corales.
  • En el año 1877 se une a la Société des Compositeurs de Musique, en la que permanecería hasta su muerte.
  • Es elogiada por su música tan poderosa y viril como por tener un hermoso genio melódico.
  • A partir de 1880 comienza a obtener el favor del público y reconocimiento oficial, y ya en 1890, fue nombrada oficial de instrucción pública. Su fama traspasó fronteras.

Biografía

Aunque sus padres no fueron músicos estuvieron rodeados de grandes personalidades del mundo artístico, lo que hizo que desde pequeña mostrase un gran interés por la poesía, el dibujo y la música. Su madre la desanimó de su interés hacia la música, sin embargo, su padre la estimuló a desarrollar su talento, y a la muerte de su madre tuvo la suerte de conocer al poeta Alfred de Vigny que se convirtió en su mentor y consejero.

A pesar de poseer unas extraordinarias dotes para el estudio del piano, debido a su condición de mujer no pudo acceder a la enseñanza en el Conservatorio de París, por lo que desarrolló sus estudios musicales al margen de cualquier institución oficial.  De este modo, estudia piano con Mademoiselle Peyronnet, órgano, armonía y contrapunto con Henri Lambert (organista de la catedral de Versalles), canto, instrumentación y orquestación y clarinete. En 1875, a los veintiocho años, se convierte en discípula de Cesar Franck que quedó fuertemente impresionado con las aptitudes de Augusta perceptibles en Trois pièces héroïques.   

Consciente de “la indiferencia que saluda las obras de una mujer compositora” (explica Augusta), publica sus primeras partituras bajo el seudónimo de Hermann Zenta. 

Hacia los veinte años se convierte en ardiente wagneriana lo que la llevará a escribir para grandes masas orquestales y corales como la sinfonía Lutèce o en sus óperas Astarté y La Montagne noire.

En 1869, asiste a la creación de L'Or du Rhin. En 1870, durante la guerra franco-prusiana compuso Vengeance!, una canción guerrera, y una oda a Francia bajo el título Dios salva a Francia. Se señala precisamente la fecha de 1870 como el año en que empieza a componer profesionalmente. 

En 1877 ingresa en la Société des Compositeurs de Musique desde la que dará a conocer sus creaciones. En 1880, Augusta Holmès compuso su segundo poema sinfónico con voz, Les Argonautes y en 1882 el poema sinfónico, Irlanda. Es elogiada por su música tan poderosa y viril como por tener un hermoso genio melódico.  Su fama traspasó fronteras: la ciudad de Florencia le encargó escribir una partitura para las ceremonias del sexto centenario de la muerte de Beatrice Portinari, amor de Dante. Será el Himno a la Paz, estrenado en Florencia en mayo de 1890, en presencia de la compositora, que recibe fuertes elogios.

Holmès, nunca se casó, pero tuvo una larga amistad con el poeta Catulle Mendès. Al final de su vida, Augusta Holmès frecuentaba el salón de Nina de Villard. También le interesaba el espiritismo, daba clases de piano y canto para poder sobrevivir y siguió componiendo, sin que sus obras le reportaran mucho dinero.

 

Obras

Español


Mélodies

  • La Chanson du chamelier (1864)
  • À Lydie, pour soprano et baryton ou ténor avec accompagnement de piano (1869)
  • Ave Maris Stella, pour ténor et soprano (1872)
  • Tantum ergo sacramentum, pour ténor, baryton et orgue (1872) 
  • Les Sept Ivresses (1882)
  • Trois chansons populaires (1883)
  • Les Sérénades (1883-1884)
  • Rêves parisiens  (1886-1892)
  • Chants de la Kitharède, trois mélodies (1888)
  • Les Griffes d'or (1889)
  • Paysages d'amour, quatre chansons (1889)
  • Les Chevaliers du ciel (1891)
  • La Chanson des gas d'Irlande (1891)
  • Contes divins, cinq chansons (1892-1895)
  • Contes de fées, dix chansons (1892-1897)
  • Au jardin des dieux (1893)
  • Hymne à Vénus pour soprano (1894)
  • À Trianon (1896)
  • L'Appel du printemps (1897)
  • Les Heures, quatre chansons (1899-1900)
  • Trois anges sont venus ce soir (1901)
  • Au pays (1901)
  • Fleur de néflier (1902)
  • La Bergère (1902)
  • Au delà! (1902)

Musique pour Piano

  • Marche des zouaves (1861)
  • Rêverie tzigane (1887)
  • Ce qu'on entendit dans la nuit de Noël, prélude pour piano (1890)
  • Oiseau d'hiver (1892)
  • Polonaise pour piano

Musique de Chambre

  • Minuetto, quatuor à cordes (1867)
  • Trois petites pièces, pour flûte et piano (1879)
  • Fantaisie, pour clarinette et piano (1900)

Musique Vocale

  • Memento mei Deus, pour chœur (1872)
  • Veni Creator, pour ténor, chœur et orgue (1887)
  • La Vision de la reine, pour voix féminine soliste, chœur féminin, piano, violoncelle et harpe (1895)
  • Danse d'Almées, pour chœur à quatre voix et orgue (1868)

Musique Symphonique

  • Air de ballet, pour orchestre symphonique (1870)
  • Allegro féroce, pour orchestre (1870)
  • Ouverture pour une comédie, pour orchestre (1870)
  • Roland furieux, symphonie d'après L'Arioste (1875-1876)
  • Les Argonautes, poème symphonique (1880)
  • Irlande, poème symphonique (1882)
  • Andromède, poème symphonique (1883)
  • Pologne, poème symphonique (1883)
  • La Nuit et l'Amour, interlude symphonique pour orchestre tiré de l'ode Ludus pro Patria (1888)
  • Au pays bleu, suite symphonique (1892)
  • Le Jugement de Naïs, pour orchestre (1902)

Musique Symphonique avec Voix

  • Danses d'almées, pour alto, chœur et orchestre (1868)
  • La Fille de Jephté, pour chœur et orchestre (1869)
  • Carmen nuptiale, pour chœur et orchestre (1870)
  • Prométhée, pour soliste, chœur et orchestre (1870)
  • La Chanson de la caravane, pour voix solistes, chœur et orchestre (1870)
  • Hymne à Apollon, poème symphonique pour voix solistes, chœur et orchestre (1872)
  • Psaume 113: In exitu Israël, pour chœur et orchestre (1872)
  • Lutèce, drame symphonique pour voix solistes, chœur et orchestre (1877)
  • Ludus pro patria, ode symphonique pour chœur et orchestre (1888)
  • Une vision de sainte Thérèse, pour soprano et orchestre (1888)
  • Ode triomphale en l'honneur du centenaire de 1789, pour soprano, chœur et orchestre (1889)
  • Hymne à la paix, pour voix solistes, chœur et orchestre (1890)
  • Fleur de néflier, pour ténor, chœur et orchestre (1901)

Opéra

  • Astarté, opéra en un acte (1870)
  • Lancelot du lac, opéra en trois actes (1870)
  • Héro et Léandre, opéra en un acte (1875)
  • La Montagne noire, opéra en quatre actes (1884)

Bibliografía

Adkins Chiti, Patricia(1995). Las mujeres en la música. Madrid: Alianza Editorial.

Bofill Levi, Anna (2015). Los sonidos del silencio. Aproximación a la historia de la creación musical de las mujeres. España: Editorial Aresta.

Anastasia, Belina (13/09/2022). Augusta Holmés: Forgotten Female Composers. Royal College of Music London.  <https://www.rcm.ac.uk/research/archivedprojects/augustaholmes/> (8/07/2023)

Cao, Hélène (2023). Augusta Holmès. La nouvelle Orphée. Arles: Actes Sud.

Pérez Otero, Susana. Música y Silencios, <https://musicasysilencios.blogspot.com/p/augusta-holmes-1847-1903-biografia.html> (08/07/2023)

Strohmann, Nicole K. (2012). Gattung, Geschlecht und Gesellschaft im Frankreich des ausgehenden 19. Jahrhunderts. Studien zur Dichterkomponistin Augusta Holmès. Musikwissenschaftliche Publikationen, 36. Hildesheim: Georg Olms Verlag.

 

 

 

Enfoque Didáctico

Su repertorio incluye varias sinfonías, siete poemas sinfónicos, varias obras para voz y orquesta, piezas para piano solo y piano a cuatro manos y cantos religiosos. Todo ello estrenado en salas de prestigio, y más de ciento ochenta melodías de las que muchas tuvieron éxito. Sin embargo, pronto fue marginada e ignorada. Perteneciente a una clase elevada de una sociedad perfectamente estructurada, ella rechazó los códigos y vivió al margen. Porque decidió ganarse la vida cuando no le hacía ninguna falta, osó escribir sus propios libretos, mezclar sus ideas con su música, celebrar la libertad, defender Irlanda y Polonia, transformar el Palacio de la Industria de París en una sala de conciertos, celebrar el aniversario de la Revolución en París, pedir diez mil dólares a la ciudad de Chicago para escribir una obra y entrar en el dominio casi sagrado de la Ópera. Su principal falta fue ser mujer.

Por tanto, es un ejemplo que debe ser tenido en cuenta en la Educación Secundaria en las materias de Historia de la Música, pero también cuando se trabajen aspectos transversales de Igualdad.

En los Conservatorios de Música, sus obras pueden trabajarse en los niveles profesionales y superiores en las especialidades de Interpretación, Música de Cámara, Orquesta, Historia de la Música y Análisis.

En la Universidad, en la Formación del profesorado, es relevante su uso en materias con competencias en escucha, didáctica y análisis musical, visibilizando y valorando la música de las compositoras.

Documentos