Sus creaciones se enmarcan en la poesía trovadoresca, donde se encuentran otras destacadas trovadoras, como Tibors, Castelloza, Azalais de Porcairagues o María de Ventadorn.
Tiene también en común con las poetas andalusíes como Hafsa ar Rakuniyya o Nazhum ibn Al Qalai, contemporáneas suyas, una audaz voz poética.
El contexto general del siglo XII es de un renacimiento femenino y encontramos figuras tan relevantes como la polímata Hildegarda de Bingen o la científica Trotula de Salerno en Italia.
Es el tiempo también de la escritora María de Francia, cuyos Lais son pieza esencial de la literatura europea o de la reina Leonor de Aquitania, matriarca de una estirpe de reinas que supo gestionar el poder.
En arte románico, el tapiz de la Creación, realizado por la monjas benedictinas de Gerona o el Tapiz de Bayeux -o de la Reina Matilde- junto con las iluminadoras y miniaturistas Guda o Claricia marcan hitos importantes de producción artística de la época.
Las cartas de Eloísa del Parácleto, también contemporánea, abordan la cuestión del sujeto femenino, un tema que se extenderá por Occidente a partir de entonces.
Anna Comemna, princesa bizantina, considerada una de las primeras historiadoras de occidente, escribe la Alexiada. Por último, debemos destacar la pujanza de las beguinas con figuras como Hadewijch de Amberes, cuya obra fue la primera que se escribió en neerlandés. Todas ellas -y otras más- conforman un periodo especialmente brillante para las mujeres.